Invitados a metas grandes
La meta más grande a la que podemos aspirar es el cielo. Eso implica irnos santificando en la vida cotidiana, influir positivamente en la vida de los demás y poder compartir la vida en comunión de amor con Dios y los demás. Tener limpio el corazón para poder contemplar a Dios y vivir siempre en…