Orar siempre
Queremos que cambien las cosas en el mundo, país, ciudad, hogar, interior de nosotros mismos. Tenemos que empezar por transformar nuestro corazón. Ese es el primer fruto de la oración. Al orar, Dios va iluminando nuestras conciencias para reconocer nuestras realidades internas para irnos transformando con su gracia e irradiar esos cambios hacia los demás….