El poder de  elegir es uno de los regalos de nuestra libertad. En cada segundo de nuestra vida podemos elegir lo mejor, lo más positivo, lo que conduzca al mayor bien, lo que más contribuya con el crecimiento, el desarrollo y la felicidad. 

Hoy podemos participar en la fiesta de la democracia, para ejercer el poder de elegir a nuestro presidente y vicepresidenta, a quienes van a liderar los destinos de nuestro país. El destino de nuestra patria está en nuestras manos. El voto es nuestro derecho y nuestro deber.

Al elegir a nuestros gobernantes, es muy importante la manera de ser, de pensar y de actuar de los candidatos. Yo elijo al equipo que encuentro más coherente con los valores cristianos y democráticos: la fe, la esperanza, el amor, la justicia, la prudencia, la templanza, la fortaleza, la defensa de la vida desde el vientre materno hasta la muerte natural, la defensa de la familia creada por Dios y la protección de la integridad de nuestros niños y niñas que sean educados por sus padres en las mejores costumbres, siendo la escuela quien complementa la educación coherente con los principios y valores. 

Yo me decidí por Iván Duque y Martha Lucía Ramírez con mucho optimismo y esperanza en el futuro de Colombia, confío que con su liderazgo, vamos a construir un mejor país para todos, más unido y solidario, en el que se propicie la integridad, el manejo pulcro de los dineros públicos,  con más equidad, haciendo un esfuerzo grande en la educación para que haya verdaderas oportunidades de progreso para todos, incentivando lo que nuestro candidato llama la Economía Naranja, a través de la promoción de la cultura, el deporte, las artes, el civismo, la ciencia y la tecnología. Que se logre una paz duradera fundamentada en la justicia, la verdad, el orden, la ley, la defensa de las instituciones, la solidaridad, la defensa de la vida, el amor. 

Me encanta que haya un cambio generacional con alguien tan estudioso, trabajador, piloso, excelente ejecutivo y miembro de familia, bien rodeado, acompañado por una mujer integral a la vicepresidencia, creyente, trabajadora, con grandes ejecutorias.

Me gustan sus propuestas en las que muestra coherencia y consistencia  y no cambia su discurso para buscar más votos. Tiene un programa claro, lo trabaja y lo defiende. Me parece maravilloso que se promueva la iniciativa privada, el emprendimiento, la educación integral, el desarrollo personal, familiar, organizacional y social y que se estimule la inversión, la generación de empleo y el progreso. 

Dios nos acompañe e ilumine para que tomemos la mejor decisión, salgamos a votar, movilicemos a otros, contribuyamos todos a construir una mejor Colombia. ¡Nuestra Patria nos necesita! 

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