Hoy celebramos la ascensión de Jesucristo a los cielos* y preparamos el corazón para recibir al Espíritu Santo y compartir con Él la felicidad terrena y la gloria eterna.
Jesús después de compartir y ofrecer muchas pruebas de su resurrección durante 40 días, parte al cielo, explicando que convenía que lo hiciera e invitando a prepararse para recibir al Espíritu Santo.
Hoy dice el Salmo: ¡“Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas” ! Celebramos con júbilo, que después de cumplir la voluntad del Padre, de vencer al Maligno y a la muerte, Jesús regresa a vivir en la gloria de Dios, quedándose al mismo tiempo con nosotros mediante su Espíritu Santo en la Santa Iglesia, en los Sacramentos, su Palabra y en el compartir fraterno. Se da a conocer mediante el testimonio de algunos e invitándonos a evangelizar para que más personas puedan experimentar Su Gracia.
Los discípulos quienes pudieron compartir con Él presencialmente, después de su partida, tuvieron el gran consuelo y la alegría plena de seguirlo experimentando con ellos mediante su Espíritu Santo, quien actuaba dentro de sus corazones y en la efectividad de sus obras; Él les infunde sus carismas y dones de sabiduría, entendimiento, piedad, consejo, temor de Dios, fortaleza y ciencia y así, pueden producir sus frutos de paz, alegría, longanimidad, magnanimidad, dominio de sí, y muchos otros, que los hace rebosar de gozo y coraje y les permite obrar en el nombre de Jesús muchas obras buenas.
Jesús todavía sigue vivo y actuante en medio de nosotros cumpliendo su promesa: “Yo estoy con ustedes hasta el final de los tiempos”. Ese es el sentido de nuestra fe y de nuestra esperanza, algo realmente maravilloso, podemos compartir con Dios su gloria y ser testigos desde este mundo si nos abrimos a su amor, a su Santo Espíritu actuando en medio de nosotros, en medio de las realidades cotidianas.
Hoy celebramos también el día mundial de las comunicaciones sociales. Que maravilla que esas comunicaciones pudieran ser siempre testigos de la verdad, que busquen integrar y edificar a las personas y al mundo y no dividirlo más. El Papa Francisco nos invita hoy a reflexionar sobre la Inteligencia Artificial y la sabiduría del corazón para una plena comunicación humana. Sus palabras nos invitan a meditar sobre cómo seguir siendo plenamente humanos y orientar hacia el bien el cambio cultural en curso.
Que María, la llena de Gracia, la mejor madre, maestra y comunicadora nos enseñe a abrirnos al Espíritu Santo, para que seamos dóciles a dejarnos preparar el corazón con su sabiduría y así cumplamos la voluntad de Dios y pongamos el empeño en construir un mundo con justicia, paz y amor. *Hch 1, 1-11; Sal 46; Ef1, 17-23; Mc 16, 15-20