La familia es sagrada
La vida de familia no es fácil, pero nos presenta la mejor oportunidad para aprender a ser mejores cada día, aceptar a los demás como personas, crecer en virtudes y valores, fomentar los afectos profundos del corazón, propiciar la atención, el cuidado y la seguridad que proviene de amar a los demás y de sabernos…